Por Chuck Yung
Especialista Sénior de Soporte Técnico de EASA
Contrariamente a la opinión popular, no siempre, lo más grande es mejor. Un buen ejemplo es el motor eléctrico, el caballo de trabajo de la industria. Existe una tendencia natural a reservar un poco más de potencia, “por si acaso”.
Es por esto que la industria automotriz sigue vendiendo vehículos con motores de 300 hp, a pesar que el límite de velocidad está muchas veces por debajo de las 70 millas por hora. Pero así como sucede con estos depredadores de gasolina, el funcionamiento de un motor sobredimensionado puede costarnos dinero extra; algunas veces, una gran suma. Aquí presentamos un procedimiento sencillo para calcular los hp reales requeridos por una carga, sin emplear equipos e ingeniería costosa. Tenga en cuenta que las cargas se deben calcular, cuando el motor está demandando su máxima carga. Una carga que presenta amplias variaciones, es buena candidata para un variador de velocidad electrónico (VFD).
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